Vicky Dávila, Miguel Uribe Turbay y Germán Vargas Lleras están invirtiendo cifras astronómicas en publicidad digital, dominando las plataformas de Meta (Facebook e Instagram), son cerca de $300.000 millones de pesos que se han invertido solamente en Facebook, sin contar viajes, volantes, entrevistas pagadas en medios de comunicación y otras, gastos que no han sido reportados y que, al parecer, no serán vigilados por la Registraduría.
Los números son elocuentes y, para algunos, preocupantes. Vicky Dávila encabeza la lista con más de $213 millones de pesos gastados en pauta digital, seguida por Miguel Uribe con casi $78 millones y Germán Vargas Lleras con unos $56 millones. Estas cifras, que provienen de las propias bibliotecas de anuncios de Meta, evidencian un despliegue publicitario masivo y sostenido. La pregunta que surge inevitablemente es: ¿quién está detrás de estos millonarios desembolsos? ¿Y cómo se fiscalizarán estos gastos cuando la campaña oficial arranque?
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Esta pre-campaña digital, sin un control claro ni límites definidos, representa un agujero negro para la transparencia y la equidad electoral. Mientras el Consejo Nacional Electoral (CNE) intenta meter en cintura la publicidad en redes, la realidad es que el dinero fluye sin una supervisión efectiva.
Esto genera una ventaja injusta para quienes tienen acceso a grandes presupuestos y opaca el origen de los fondos, abriendo la puerta a irregularidades. El escenario digital, tan vital en la política moderna, se está convirtiendo en un campo de juego desigual, donde el músculo financiero está marcando la pauta para las presidenciales de 2026.
