Presidente Petro estará en Medellín con la Paz Urbana que incomoda a Gutiérrez

Este sábado 21 de junio de 2025, las calles de Medellín serán el escenario de una importante movilización convocada por el presidente Gustavo Petro. En un gesto audaz, el mandatario busca tender puentes y construir un “Pacto por la Paz Urbana” en una ciudad que, pese a sus avances, sigue lidiando con complejos problemas de seguridad, violencia y, dolorosamente, el reclutamiento de menores. 

Esta iniciativa presidencial es un llamado a la unidad y una oportunidad para que los ciudadanos se unan a una visión de paz que trascienda las confrontaciones políticas, especialmente en un territorio donde la agenda de seguridad ha estado marcada por discursos de “mano dura”.

La presencia de Petro en Medellín y su llamado a la movilización ha generado una reacción por parte del alcalde Federico Gutiérrez. Lejos de ver la visita del presidente como una oportunidad para coordinar esfuerzos en pro de la seguridad, Gutiérrez ha optado por la confrontación, la descalificación y los ataques, pues temería que la llegada del presidente destape los profundos baches de su gestión.

Esta actitud del alcalde, que prioriza la crítica y la polarización sobre la colaboración institucional, es un flaco favor para una ciudad que necesita sumar voluntades para enfrentar a la criminalidad y avanzar hacia una paz real y duradera.

Mientras el presidente Petro busca el apoyo de la ciudadanía para una agenda de paz y transformación social, la administración de Federico Gutiérrez parece más interesada en el pulso político y en reforzar las divisiones. 

La insistencia del alcalde en que el presidente viene a “generar odio” revela una estrategia que busca deslegitimar la movilización y cerrar las puertas al diálogo. 

Este sábado, Medellín tendrá la oportunidad de mostrar su compromiso con la paz y de respaldar la visión del presidente Petro para una ciudad más segura e incluyente. Mientras el Gobierno Nacional busca construir consensos desde las bases, la postura del alcalde Federico Gutiérrez, más enfocada en la confrontación política que en la búsqueda de soluciones conjuntas, se erige como un obstáculo para la verdadera paz urbana que Medellín tanto anhela y merece. La ciudad necesita líderes que unan, no que dividan, especialmente cuando se trata de la vida y la seguridad de sus ciudadanos.

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