La Consejera Presidencial para las Regiones, Luz María Múnera, ha lanzado una gravísima denuncia: algunos alcaldes y gobernadores, entre ellos el de Medellín, Federico Gutiérrez, estarían apropiándose de programas y proyectos financiados y diseñados por el Gobierno de Gustavo Petro, para presentarlos como si fueran ideas y logros exclusivos de sus propias gestiones.
#NoticiaW | La consejera para las Regiones denunció que algunos alcaldes y gobernadores se están apropiando de programas del Gobierno Nacional. El alcalde de Medellín “recibe los equipos pero les cambio de nombre, entonces aparecen como programas de Federico Gutiérrez”, señaló. pic.twitter.com/cysKJMiZkQ
— W Radio Colombia (@WRadioColombia) June 25, 2025
La acusación de la Consejera Múnera contra Federico Gutiérrez es directa y contundente. Según ella, en Medellín se estarían “recibiendo los equipos pero se les cambia de nombre, entonces aparecen como programas de Federico Gutiérrez”. Esto significa que la administración de Gutiérrez estaría tomando iniciativas, como los Equipos Básicos de Salud, que nacen y se financian desde el Gobierno Central, para luego borrar la autoría del Ejecutivo nacional y colgarse la medalla políticamente,
Esta práctica, de ser cierta, no solo es una deslealtad institucional, sino un claro intento de capitalizar recursos y esfuerzos ajenos para fortalecer la imagen de un alcalde que se ha erigido como uno de los principales opositores del presidente Petro.
Esta denuncia va más allá de un simple cruce de acusaciones políticas. Lo que se pone en juego es la transparencia en el uso de los recursos públicos y la honestidad en la información que se entrega a la ciudadanía.
Si la administración de Federico Gutiérrez está, como se denuncia, “disfrazando” los programas del Gobierno Nacional como propios, está engañando a los medellinenses sobre el origen de los beneficios que reciben. Los ciudadanos merecen saber quién es el verdadero responsable de los proyectos que llegan a sus comunidades.
Esta situación ha sido señalada como una preocupante estrategia de campaña política permanente a costa de la verdad y de la cooperación institucional, afectando la confianza en la gestión pública y desviando el foco de lo que realmente importa: el bienestar de la gente.