La reveladora entrevista concedida por los ex jefes paramilitares de Medellín y el Valle de Aburrá también trae complicaciones para Federico Gutiérrez, pues denunciaron que en varias ocasiones habrían entrado por el sótano del centro administrativo La Alpujarra en camionetas de la Alcaldía y que se sentaban en la silla del Alcalde a ver la ciudad desde esa “ventanería”
La entrevista que no para de generar problemas para Federico Gutiérrez, Sergio Fajardo y el mismo gobernador Andrés Julián Rendón se está convirtiendo en una papa caliente que podría desembocar en ordenes de captura por concierto para delinquir pues ninguno de esos encuentros estaba autorizado por el presidente.
“Pero anteriormente sí era muy bien llegado a las alcaldías allá llegué y me sentaba en la silla del alcalde a mirar Medellín por esas vidrieras porque está muy bonita la oficina y lo entraron a uno por un sótano en una camioneta de la alcaldía” aseguró “Douglas”.
“Yo tengo conocimiento de la parte mía lo que me tocó a mí las cosas que yo viví en carne propia las cosas donde yo sí me sentaba y sí contribuía y sí colaboraba con lo que me pedía lo que me decían, que vea tenemos que trabajar por la ciudad tenemos que hacer esto y hacer lo otro y uno se comprometía a hacerlo y sí hacíamos reuniones invitamos a la gente a votar y apoyábamos al candidato con el que llegáramos al acuerdo”
Otra de las afirmaciones comprometedoras tiene que ver con el nombramiento de Luis Carlos Villegas como secretario de seguridad “es mas, uno de los compromisos a los que nosotros llegamos con él era que pusiera a Gustavo Villegas de Secretario de gobierno porque era la persona con la que más acercamiento teníamos nosotros y mire que así fue”
Esta afirmación denotaría una alianza con paramilitares para asuntos críticos de la ciudad y del Valle de Aburrá, y es solamente un extracto de la información que se ha hecho pública y que estaría en manos de la fiscalía una vez se formalicen las denuncias. Así las cosas el panorama para Federico Gutiérrez es oscuro y podría resultar en la cárcel si las denuncias prosperan en el ente acusador.
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